Agni conoció el Yoga con 18 años, cuando aún vivía en Brasil. En aquel entonces su intención con la práctica era aliviar el estrés de la jornada laboral, sin embargo había un “algo” en las clases que iba más allá del cuerpo. Ella todavía no sabía que el Yoga se convertiría en su camino hacia la libertad. Como buena piscis, a Agni siempre le ha atraído todo lo místico, devocional y sagrado. Tras haber dedicado diez años a la carrera de contabilidad decidió hacer un cambio radical en su vida. Dejó su país natal en una aventura sola por Europa, donde conoció el Tantra Yoga, el catalizador de esta gran transformación. Agni encontró en la espiritualidad Tántrica las respuestas a las cuestiones más íntimas de su alma y pronto comprendió que este era el camino para revelar la naturaleza de su ser. Agni es una practicante devota, entusiasta y disciplinada que cree firmemente que todo se logra con los esfuerzos adecuados. Compartir la enseñanza del Tantra Yoga nace desde un llamado de su alma, su Dharma, para acompañar personas que estén en este proceso de despertar.